En una carta conjunta enviada al Asesor Jurídico de la Oficina del Representante de Comercio de los EE. UU., las principales compañías de videojuegos Microsoft, Nintendo y Sony se unen para oponerse a las tarifas de Trump para las importaciones de consolas de juegos.
Debido a que las consolas de video juegos se fabrican en China, una tarifa del 25%, según la carta, causaría «un enorme impacto y un daño económico indebido» a la industria mundial de los video juegos.
Específicamente, las tarifas «perjudicarán a los consumidores, a los desarrolladores de video juegos, a los minoristas y a los fabricantes de consolas; pondrán en riesgo miles de empleos de alto valor y recompensa en los EE. UU.; y sofocarán la innovación en nuestra industria y mucho más».
A pesar de que los tres grandes líderes de la industria de video juego agradecen al gobierno por la protección de la propiedad intelectual, también señalan cómo la propuesta puede perjudicarles a todos. «Si bien apreciamos los esfuerzos de la Administración para proteger la propiedad intelectual de los EE. UU. y preservar el liderazgo de alta tecnología de los EE. UU., el daño desproporcionado causado por estas tarifas a los consumidores y las empresas de los EE. UU. socavará estos objetivos y no los avanzará».
El mensaje de las tres grandes compañías está claro aquí: «En consecuencia, solicitamos respetuosamente a la Administración que retire la subpartida 9504.50.00 de la HTSUS (plan de tarifas armonizado de los Estados Unidos), que cubre a las consolas de video juegos, de la lista final de tarifas, para así abstener a estos productos de aplicar tarifas».
Hay varias razones por las cuales la industria de video juegos depende de las consolas hechas en China. «En el 2018, más del 96% de las consolas de video juegos importadas a los Estados Unidos se fabricaron en China. La cadena de suministro de las consolas de video juegos se ha desarrollado en China a lo largo de muchos años de inversión por parte de nuestras compañías y nuestros socios. Esto causaría una interrupción significativa de la cadena de suministro para cambiar el abastecimiento por completo a los Estados Unidos o a un tercer país, y aumentaría los costos, incluso más allá del costo de las tarifas propuestas, en productos que ya se fabrican en condiciones de margen estricto. Cada consola de video juegos incluye docenas de componentes complejos de origen de varios países. Un cambio en incluso un solo proveedor debe ser examinado cuidadosamente para mitigar los riesgos de la calidad del producto, la falta de confiabilidad y la seguridad del consumidor. Las tarifas podrían perturbar significativamente a los negocios de nuestras compañías y agregar costos significativos que deprimirían las ventas de las consolas de video juegos y a los juegos y a los servicios que impulsan la rentabilidad de este segmento del mercado».
Si la tarifa se aprueba, perjudicaría a todos los que disfrutan de los videojuegos. «Es probable que un aumento del precio del 25% ponga a una nueva consola de videojuegos fuera del alcance de muchas familias estadounidenses que esperamos estén en el mercado para una consola en esta temporada de fiestas. Para aquellas compras que continúan a pesar de las tarifas, los consumidores pagarían US$840 millones más de lo que tendrían de otra manera, según un estudio reciente preparado por la Asociación de Tecnología del Consumidor por el grupo económico independiente, Trade Partnership (Asociación de Comercio)».
Echen un vistazo al documento entero de siete páginas (en inglés) aquí.
[Fuente]: Regulations.gov: P – Microsoft_Nintendo of America_Sony Interactive Entertainment – List 4. Vice.com: Nintendo, Microsoft, and Sony Say Trump’s Tariffs Will Make Consoles Cost More.